teatro
Lugar: TEATRO CÁNOVAS
La PREMISA en Azul Bosques es imaginar el sexo como medio de control del Estado. Para esto, se elige el contexto de un futuro distópico donde la máxima para las personas se ha convertido en “producir para poder follar”.
Con un gobierno omnisciente basado en una presencia virtual (y desconcertante), por un lado, y en la hipervigilancia, por otro, los espacios de intimidad son mínimos, acaso solo los momentos de descarga en donde, con la mitad de un cuerpo anónimo, se puede acceder al placer sexual.
¿El ser humano es potencialmente esclavizable ante la restricción del coito? ¿Qué pasa con el amor en una sociedad basada en el anonimato radical? ¿Cuáles son los huecos por donde se cuela la rebeldía ante la omnisciente mirada vigilante?